Dos voces más

Ayer prestaron declaración otros dos ex contratistas de la Dirección de Arquitectura y Urbanismo (DAU) en la gestión de Miguel Ángel Brito, el imputado del juicio.

Breve

El testigo José Benedicto Bonanno brindó un relato breve, ya que su hijo, Esteban Bonanno, había brindado una testimonial días atrás y era él quien estaba a cargo de la empresa familiar. Según dijo, mediante “Bianconero SRL”, se facturó cerca de $400.000 por trabajos a la DAU.

Dudas por una red de agua

El testigo Jorge Alberto Chaile, titular de “Jach Construcciones”, recordó que la mayoría de las obras que realizó para la DAU en la gestión de Brito eran “pequeñas, de unos $30.000”. El fiscal de Cámara, Carlos Saltor, puso el foco en un proyecto referido a redes de agua potable en el barrio San Cayetano. “Nunca hicimos 500 metros en una sola obra”, aseveró el testigo. En el expediente, figura el presupuesto de su empresa, aunque todo parece indicar que la ejecución no fue llevada a cabo.

En apariencia, sereno

El acusado, Miguel Ángel Brito, siguió la jornada de ayer junto a sus abogados, Arnaldo Ahumada y Fernanda Battig, en silencio y aparentemente sereno. Sólo les habló al oído a sus representantes para formular observaciones sobre algún dicho de los testigos. Pero no volvió a pedir la palabra, como había hecho ya en dos oportunidades -además de su declaración inicial-. El ex titular de la DAU suele ser acompañado por familiares y amigos.

Pendientes

El tribunal tiene varios planteos pendientes por resolver (algunos en definitiva), como una inspección judicial, pedidos de falso testimonio y la convocatoria de un nuevo testigo, el empleado de la DAU Rubén Cabocota.